7 mil millones de dólares acumuló el cofundador de Apple, Steve Jobs. Muchos dudaban de su generosidad, pero fue enfáctico cuando dijo: «No me interesa ser el más rico del cementerio».
Tras su muerte a los 56 años de edad, quedó en vacante la duda sobre su fortuna y la herencia correspondiente, que obvio, fue destinada a sus hijos.
«Sus hijos deben de amar el iPad ¿no es así?», preguntó Nick Bilton a Jobs, quien contestó: «No lo han usado. Limitamos la cantidad de tecnología que pueden usar los niños en casa».
El periodista pensaba que la casa del director de Apple estaba repleta de sensores y pantallas comandados por iPads y demás tecnologías. Pero no, Jobs siempre mantuvo a raya la tecnología para sus hijos y puede estar bien explicado por Chris Anderson, director de la empresa 3D Robotics, fabricantes de drones, quien dijo haber vivido «de primera mano los peligros de la tecnología».
Evan Williams, cocreador de Twitter, aplica la misma filosofía, han comprado cientos de libros que puedan interesarle a sus hijos y los han ubicado por toda la casa.
Investigaciones especializadas, han revelado que el abuso de la tecnología puede hacer que algunas personas se vuelvan adictas a los dispositivos o que encuentren contenido indeseable como pornografía y violencia
Los hijos de Steve Jobs: Reed Paul, Xavier e Ignace, los tuvo con su última mujer, Lauren Powell, conquien se casó en 1991. Sin embargo, Jobs se había casado a los 23 años, Chris-Ann Brennan, a quien se negó a reconocer, pero tras un litigio en los tribunales, le dio su apellido.
La fortuna de Jobs, aparte de Apple Computers, se debe a la venta de los estudios Pixar a Disney en enero de 2006 por 7,400 millones de dólares, así se convertiría en el principal accionista individual de Disney, delante de los herederos del creador de la firma de dibujos animados.
Eve Powell, de 19 años es la más extrovertida de las hijas del difunto Jobs, la única con perfil en Instagram en donde compartió su romance con un joven mexicano y comparte fotos con sus hermanos. Es campeona en equitación y comparte fotos de sus torneos.
Lisa Brennan-Jobs, producto de su primer matrimonio, es una escritora y su trabajo se refleja en revistas como Vogue, ha colaborado con el escritor Aaron Skorin para realizar la película de Jobs.
Reed había dicho que estudiaría oncología, pero luego se inscribió en la Universidad de Stanford para estudiar medicina.
Lauren rehizo su vida en la política y filantropía, ha comenzado una relación muy discreta con Adrian Fenty, exalcalde de Washington, con el que puede formar una de las parejas más atractivas de América.