Desde las 8 de la mañana, las ruedas del servicio a domicilio de Gofablet salen a las calles a rodar, entre el ruido de bocinas, humo negro y el potente sonido de los motores que invaden las calles de Guatemala.
Marvin Castillo toma su motocicleta luego de solicitar la primer ruta del día, que las organiza Sergio Reyes, de forma estratégica para maximizar las entregas y recolectar móviles de clientes de Gofablet que desean reparar lo más pronto posible su smartphone.
A las 10 u 11 de la mañana, Marvin termina su ruta y regresa a la central en la zona 10 para tomar otra ruta y salir de nuevo en su recorrido.
Mientras Marvin está en la calle, los técnicos en reparaciones comienzan a desarmar nuevos teléfonos que ingresaron en el día; deben estar lo más pronto posible para que Marvin al regresar encuentre otra ruta y salga de nuevo a las calles a entregar los móviles que esperan ansiosos los demás clientes. «Si a uno le dicen a las 9, a las 8 y 30 hay que estar ahí», dice respecto a la puntualidad que deben tener en este tipo de entregas.
Así como Marvin, hay 3 agentes de servicio a domicilio más, que recorren las principales arterias de tránsito del país. La organización estratégica y los sistemas de ruta que se organizan, permiten optimizar tiempos de entrega y cumplir con los tiempos ofrecidos en Gofablet, salen a las calles a brindar un excelente servicio.
Hace pocos días, Marvin tuvo un accidente, un carro giró sin pedir vía para entrar a un parqueo y cayó al pavimento, sin mayores daños físicos, no pasó a más el accidente, pero la acción imprudente del automovilista lo expuso a una caída peligrosa.
Duglas Ramírez, otro de nuestros colaboradores sufrió un accidente de tránsito del cual resultó con el brazo roto, tuvo que ser intervenido quirúrgicamente y fue suspendido 6 meses. «Se pasó un alto en rojo, llevaba de emergencia a su hija al hospital, pero no vió que yo venía detrás de otro carro».
Los asaltos son uno de los obstáculos con el que deben lidiar los repartidores, en una cola fue extraído uno de los teléfonos que serían entregados a un cliente.
Conductores que no respetan señales de tránsito y no atienden a normas de conducción en la calle, también afectan el trabajo que todos los días deben realizar en las calles para poder prestar un servicio rápido y seguro a todos los usuarios del servicio a domicilio. «Yo no voy arriesgando mi vida», remite Duglas, quien hace un llamado de atención a los conductores, ya que no todas las personas que van en moto son iguales.