Luego de una larga espera, Apple presentó el iPhone X como el smartphone de aniversario, después de 10 años desde la presentación del primer iPhone. Este nuevo teléfono inteligente había creado grandes expectativas por todos los rumores que salían respecto a la nueva tecnología y diseño que tendría, y uno de estos rumores que causaron furor, fue sin duda, el Face ID o reconocimiento facial.
Los ansiosos compradores, desde el 3 de noviembre, ya han podido disfrutar de esta nueva tecnología añadida en el iPhone X, que ha causado debate respecto a la privacidad del usuario y la seguridad de que no sea vulnerada, algunos defienden su efectividad, otros opinan lo contrario.
Según Cynthia C. Hogan, vicepresidente de Política Pública en América de Apple, los datos que Face ID recoge, no son enviados a la compañía, ni son almacenados en las copias de seguridad. Lo que Face ID realiza es que al recoger los datos y hacer el análisis matemático, descarta la imágenes faciales, y los datos que almacena están encriptados y están resguardados por el sistema Secure Enclave.
Sin duda alguna, esta nueva introducción al nuevo iPhone ha causado debates respecto al futuro de la tecnología biométrica y la seguridad de los usuarios de aparatos inteligentes.