Cuando traes tu dispositivo a repararlo en Gofablet o uno de nuestros colaboradores lo recoge en donde te encuentres, tu smartphone viaja con un solo destino: las manos de nuestros técnicos, por esta razón te presentamos a Santiago Hernández, perito en electrónica con más de 10 años de experiencia en reparaciones.
Santiago recuerda cuando reparó su primer teléfono, la Blackberry 8310 en el 2008, cuando aquellos dispositivos eran un éxito comercial. «El audio y vídeo vino para abajo, ya no hay muchas reparaciones, entonces me empecé a dedicar a los teléfonos», menciona Santiago.
«El primer teléfono que se me cayó fue un Nokia N95, lo llevé a reparar para que me cambiaran la pantalla, pero me dio curiosidad y lo desarmé yo mismo, me llamó bastante la atención y como son cosas muy pequeñas, hay que tener paciencia», menciona Santiago o «Santi» como se oye en los pasillos de Gofablet.
Acompañamos a Santiago en una reparación, ingresó un iPhone 6 Plus a las 13:43 horas. Revisa la ficha con la información de ingreso y mientras se prepara con las herramientas necesarias nos dice: «Lo primero que hay que hacer es un diagnóstico, eso me sirve a mí y al cliente para decirle ‘mire, antes de abrir su teléfono, le falla esto'».
Sobre una «manta magnética» coloca el iPhone 6 Plus para proceder a la reparación. La manta magnética sirve para que ninguna parte del dispositivo se pierda, los tornillos y demás accesorios quedan fijos sobre esta base en la que se ordenan tornillos y otros accesorios. «Todos los tornillos deben ir en su posición, todos los tornillos son milimétricos y se pueden forzar si no se instalan en el lugar adecuado», menciona Santiago.
La concentración es importante para proceder a desarmar el dispositivo, aunque Santiago podría repararlo con los ojos cerrados debido a su experiencia.
El iPhone 6 Plus que ingresó con la pantalla rota recibe los últimos retoques, una limpieza profunda en los circuitos y las placas y el teléfono está prácticamente rehabilitado.
Han pasado cerca de 30 minutos pero falta hacerle pruebas al teléfono, un vidrio roto es fácil notarlo, pero en la caída pudo haberse descompuesto otra parte en el teléfono. La revisión final es positiva y el teléfono está funcionando bien.
El teléfono es devuelto a las 14:27, casi 44 minutos después de haber ingresado.
Una de las recomendaciones de Santiago es en el apartado de teléfonos mojados. «Algunos tienen reparación dependiendo de los días que pasen mojados», dice Santiago, quien exhorta a enviar a reparar el teléfono mojado lo más pronto posible y no confiar de poder recuperarlo con mitos y leyendas que involucra el arroz. La explicación es sencilla: los teléfonos tienen un recubrimiento químico para que no se oxide el cobre, al entrar en contacto con la humedad esto se expande y puede generar un corto circuito en la tarjeta. «Lo primero que se daña es la batería, como tiene voltaje, se pone en corto y la mayoría de teléfonos mojados, lo que hay que cambiar es la batería», menciona.
La situación más grave es cuando se caen los teléfonos en el mar, la sal es peligrosísima para el estado del teléfono. «Cuando lo botan en el mar, a las horas ya se está generando óxido por la sal», concluye Santiago.